En la clase de conversación del 31 de octubre teníamos que inventar un cuento “Halloween”. Sin embargo, esta historia tenía que contener algunas palabras que estaban en la pizarra:
Una bruja
Una escoba
Un vampiro
Un bastón
LMFAO
Un fantasma
Un bigote
Angela Merkel
Una hacha
Nina y yo hemos redactado el cuento siguiente:
Era una noche en Lovaina e íbamos a la clase de español cuando de repente topamos con una bruja que llevaba una escoba y que estaba cocinando una sopa muy extraña. Al acercarnos, vimos que no era una sopa cotidiana, sino una sopa de… ¡ESTUDIANTES! De inmediato nos pusimos a correr y huimos a la biblioteca central. Allí nos esperó otra sorpresa: cuando llegamos al piso más alto, encontramos a un señor muy pálido – con una capa en la cabeza – que nos amenazó con sus dientes muy agudos… En este momento, Nina se mostró muy valiente: agarró un bastón que estaba cerca de ella en algún rincón y con este perforó el corazón del vampiro. De improviso, apareció LMFAO y le hizo un himno a Nina por su victoria.
Después de este acontecimiento bastante aterrador querríamos calmarnos y decidimos ir a “La Manzana” para tomar un tecito. Pedimos dos tés y muy rápido vino el camarero con dos tasas. Sin embargo, había algo extraño con este camarero. No sólo acabó de cortar nuestros trozos de tarta con un hacha, sino también parecía flotar en vez de caminar. Cuando dimos un vistazo a sus pies, ¡estos resultaron ser ausentes! ¡Era un fantasma!
Otra vez, nos pusimos a correr, pero cuando querríamos salir del restaurante, había un perro que estaba ladrando fuertemente delante de la puerta. Afortunadamente, en este momento pasó Angela Merkel – que por quedarse incógnito llevaba un bigote postizo – y al verla, el perro la persiguió y la mordió en la pierna.
Nina y yo aprovechamos la oportunidad para irnos y finalmente pudimos reemprender nuestro camino a la clase de español…
P.S.: el refrán del día era «No dejar títere con cabeza» = acabar con todos (un títere = «marionet»)